Los sistemas operativos.

Un sistema de computación puede dividirse en cuatro componentes: el hardware, el sistema operativo, los programas de aplicación y los usuarios.
Para que un ordenador pueda hacer funcionar un programa operativo debe contar con la capacidad necesaria para realizar ciertas operaciones antes de que puedan garantizar el intercambio entre la memoria, el procesador y los recursos materiales o fisicos (periféricos). El sistema operativo (O.S.) se encarga de crear el vínculo entre los recursos materiales, las aplicaciones y el usuario.

En definitiva, el sistema operativo es el programa más importante de la computadora. Éste actúa como intermediario entre el usuario y el hardward de un computador y se encarga de encender la computadora, hacer que reconozca a la la CPU, la memoria, el teclado, el sistema de vídeo y las unidades de disco. Además, proporciona la facilidad para que los usuarios se comuniquen con la computadora. También se encargan de la ejecución de otros programas compatibles con éste.

 

El fin de los sistemas operativos es reducir la complejidad del equipo o sea, que el sistema de computación se use de manera cómoda, y  también que el hardware del computador se emplee de manera eficiente.